Aunque alguna se me escapa, la Semana Santa es un periodo gozoso para la errata o el gazapo periodístico aunque tal vez no sea conveniente la denominación de gazapo porque como en el microcuento de Augusto Monterroso el dinosaurio todavía estaba allí.. aunque no debiera. Comprobad como alguno ve dinosaurios hasta en la sopa. El titular Los dinosaurios que explotan después de muertos no ha lugar puesto que está hablando de ictiosaurios que como sabe todo el mundo ajeno a la sección de Ciencia (o algo así) del diario ABC no son dinosaurios. ¿Algo más? Sí, este párrafo:
"Los investigadores llegaron a esa conclusión tras comparar las emanaciones de gases de cien cuerpos sin vida de otra criatura de similares dimensiones: el ser humano."
Shastasaurus sikkanniensis, por ejemplo, es una de las especies que pertenecen al orden de los ictiosaurios. ¿Tenía unas dimensiones similares al del ser humano? Pues no, al menos nadie que yo conozca porque llegaba a medir 21 metros de largo. En el extremo opuesto tenemos a Chaohusaurus que no llegaba al metro y pesaba unos 10 kilos. Vamos, que ni siquiera unos ictiosaurios tenían similares dimensiones a las de otros ictiosaurios como para aceptar que la comparación con el ser humano es procedente además de resultar un experimento de lo más macabro.
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