miércoles, 14 de marzo de 2012

La enfermedad del racismo

Nueva demostración de lo ajustado a la realidad que resulta el refrán que asegura: En todas partes cuecen habas y en mi casa a calderadas. Si pensabas que sólo En Este País (antes se llamaba España que es más corto y preciso, pero todo sea por la corrección política con los partidarios de la centrifugación de países) la Universidad andaba desnortada, vacilante entre ser un centro de conocimiento per se o una escuela de formación para empresas multinacionales, estabas equivocado. Atención al portentoso descubrimiento realizado por los sesudos investigadores de la universidad oxoniense (sí. Hoy me he levantado más cursi que una perdiz con liguero. La universidad de Oxford, dicho sea en román paladino ¡Cielos! ¡Otra recaída en el ridículo amaneramiento léxico! ¡Y ya van tres!):  El racismo es una enfermedad y. además, se cura con una pastillita. Animemos a los intrépidos investigadores a ver si, ya puestos, descubren un jarabe que cure la homosexualidad, una pomada que haga lo propio con el nacionalismo y una inyección contra la estupidez (ésta tiene la ventaja de que pueden probarla en carne propia).

¿Por qué me estoy descojonando? Lamento tener que negar que un medicamento desarrollado por el doctor Whyte Black cure el racismo, pero el propranolol tenía un efecto ya conocido (y de hecho se emplea para ello) el de reprimir las manifestaciones somáticas de la ansiedad ligada a algunas fobias como el trastorno de ansiedad social. Si a un racista le enseñas la foto de un negro y su mera visión no le pone físicamente enfermo (no siente palpitaciones, no se le acelera el pulso...) porque le has tratado con propranolol, puede no darte una visión tan negativa de esa persona de color, pero el tipo continúa siendo igual de racista. La mejor medicina para el racismo continúa siendo el recuerdo de que existen personas con distinto color de piel, pero no existen razas humanas. Sentirte superior a (o sentirte asustado por) algo que no existe tiene tanto sentido como sentirte superior a los pitufos o asustado por el hombre del saco.      

2 comentarios:

  1. ...Para cuándo una verdadera vacuna contra las supersticiones? ¿Como, por ejemplo, las religiones?...
    Todo lo demás son cuentos chinos.
    La mejor terapia, cultura y viaje.
    Breves s.

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  2. Yo le llamaría racismo.

    Es una mezcla entre intolerancia y motivos varios que hacen a una persona sentir rechazo hacia alguien de otra raza.

    Te explico:

    La gente normalmente acostumbra a defender lo que siente suyo, en este caso según el ejemplo que das tu , los estadounidenses se podrían sentir perjudicados , ya que sienten que su país esta siendo "invadido" o "cambiado". A veces es injustificada esta preocupación, pero otras veces si que tienen motivos para sentirse alarmados.

    Porque si que es cierto que hay gente buena y mala en todos lados, pero suele darse el caso de personas inmigrantes que no se acostumbran al país que les acoje, lanzando pestes sobre este, haciendo daño a la gente que allí vive, con delincuencia, y una serie de delitos, o simplemente no ayudan al desarrollo del país, y solo suponen una molestia, ya que algunos lo único que causan son problemas, un ejemplo claro los lating Kings. preguntar a doctores por internet preguntas medicas por internet chatear medicos por internet preguntar veterinarios por internet consultas derecho y leyes por internet consultas veterinaria por internet preguntas psicología y psiquiatría por internet preguntas derecho y leyes por internet preguntar a medicos por internet consultar abogados por internet

    Con esto quiero decirte, que hay de todo en este mundo, inmigrantes buenos y malos, racistas y gente que defiende a su país, y no por eso se le tiene que llamar a uno racista.

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