viernes, 16 de diciembre de 2011

El ABC de la Ciencia

Parece que el ABC continúa su particular obsesión con el Diluvio Universal (monomanía que no es cosa de hoy como podéis comprobar con este desopilante artículo en el que, además de confundir Arcadia con Acad, proponen la teoría -o algo así- de que el mito del Diluvio Universal pudo tener su origen en la erupción de un supervolcán en Sumatra... con un par) así que hoy nos obsequia con esta perla que incluye en su sección de... Ciencia (con otro par y ya llevamos cuatro).

¿Qué entiende el ABC como digno de merecer la etiqueta de Ciencia? Vamos a verlo:

"Presente en la mayoría de las civilizaciones de la historia, buena parte de la comunidad científica defiende que una gran inundación pudo producirse en la Antigüedad"

¡Guau! ¡Qué notición! Si hoy en día se producen grandes inundaciones (sin tener que forzar mucho la memoria, las inundaciones en Australia en 2011 afectaron a una superficie de cerca de un millón de kilómetros cuadrados, el doble de la superficie total de España) ¿tiene alguien alguna duda de que eso también sucedió en algún momento del pasado? El mero hecho de que existan inundaciones (que en ocasiones son grandes inundaciones), la presencia de fósiles de animales evidentemente marinos en lugares muy alejados del océano unidos a la difusión cultural (la versión bíblica -al igual que la griega- es una mera adaptación del relato mesopotámico) son explicación suficiente de la presencia de esas tradiciones coincidentes ¿no? Pues para alguno parece que no.

"Según la NASA, esta pudo tener su origen en un meteorito. Este habría hecho explosión sobre la capa de hielo que cubría Norteamérica, derritiéndolo y causando una serie de tsunamis que hubieran afectado a determinadas partes del globo."

Supongamos que todos los condicionales de esa hipótesis se hubieran cumplido (algo que los científicos implicados se guardan mucho de afirmar) es decir, que hubiera entrado en la atmósfera un meteorito gigante que habría explotado en el aire sobre lo que hoy es Canadá, que esa explosión hubiera liberado una gran cantidad de energía que habría derretido de forma rapidísima los hielos que cubrían esa parte de Norteamérica, que esa ingente cantidad de agua liberada de forma casi instantánea hubiera ocasionado tsunamis que habrían asolado distintas costas del planeta... supongamos que todo eso pasa de mera hipótesis a ser un hecho probado (algo que no es). Incluso así ¿qué tiene eso que ver con una lluvia constante que termina por cubrir las montañas más altas del planeta?

"La teoría más compartida ha sido formulada por los geólogos marinos William Ryan y Walter Pitman. Sostienen en su libro «El diluvio de Noé» que el fenómeno se habría producido hace 7.500 años en lo que hoy conocemos como Mar Negro, en aquel tiempo un lago de agua dulce de mucho menor tamaño y habitado en sus orillas. De algún modo, el Mediterráneo se habría abierto paso a través del Estrecho del Bósforo, haciendo crecer el caudal del Mar Negro a un ritmo de entre 15 y 30 centímetros por día."

Nada, nada. Un aumento del nivel de lo que entonces era un lago de entre 15 y 30 centímetros diarios sin duda tiene un gran parecido con la narración sumerio-acadia.griego-judía. El mismo parecido que tienen los huevos y las castañas.

"Otras hipótesis señalan como causa probable una intensa actividad sísmica en la zona del Mediterráneo, que hubiese originado igualmente una serie de tsunamis que golpearon la costa con violencia."

Y dale... ¿qué tienen que ver los supuestos tsunamis con una inundación causada por una lluvia constante?

"La posibilidad de que ocurra un fenómeno semejante al que defiende la ciencia no es tan lejana como parece, con la salvedad de que esta vez sí sería general y afectaría a miles de millones de personas. La causa no es otra que el calentamiento global y la fusión de los casquetes polares. La crecida de los océanos podría sumergir en las profundidades marinas a cientos de ciudades en todo el mundo, transformando la civilización tal y como la conocemos."

Lo que queda muy apocalíptico, pero no es cierto. Física básica. Toma un vaso, lo llenas de hielo. Añades agua hasta el borde. Esperas que el hielo se funda. ¿Qué pasa? Nada. Todo el hielo que flota sobre el océano (como es el caso de la banquisa del Polo Norte) podría derretirse y eso no supondría ningún aumento del nivel del mar. Sólo la fusión de las masas glaciares que existen sobre tierra firme (como las que existen en Groelandia y la Antártida) supondrían un aumento del nivel del mar y esto se produciría a un ritmo muy lento que nada tiene que ver con catástrofes tipo la Atlántida platónica. El calentamiento global es muy peligroso pero no por eso sino por los cambios climáticos que se producirían y que sí podrían tener graves consecuencias.

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