Mi padre fue un hombre extraordinario. Fue culto y tolerante en un país que nunca se caracterizó por ninguna de ambas cosas y en un tiempo, la postguerra y el franquismo, que transmutó la incultura y la intolerancia en virtudes. De él aprendí el verdadero sentido del honor, que no es sino la adopción de un ideal y la perfecta adecuación entre éste y mi comportamiento, en resumen vivir barras derechas, sin permitirme siquiera la forma más común de mendacidad, el autoengaño. Esta sinceridad lo llevó a hacerme una advertencia, si yo optaba por vivir así obtendría la verdadera libertad que es la única felicidad a la que podemos aspirar, pero también tendría que pagar un precio, la soledad. Me dijo:
"Todo el mundo dice apreciar la sinceridad, pero eso son sólo palabras. Si la practicas sin pararte en barras pronto dejarás de ser bienquisto."
Desde entonces he tenido numerosas ocasiones de comprobar que es cierto, pero morimos en soledad así que no parece que tengamos que hacer una tragedia por vivir de igual manera. Es un pequeño precio a pagar a cambio de la potestad de pensar lo que digo y decir lo que pienso aunque eso signifique
meterme en unos charcos que otra mucha gente prefiere sortear. Vamos con uno de ellos, el uso de dinero público para la investigación científica, tema sobre el que versa esta
noticia.
Comenzaré por declarar mi posición de partida, el Estado es un mal necesario (no tienes por qué estar de acuerdo con lo uno o lo otro) por tres razones, la sociedad ha tenido que crear un ente capaz de defenderla incluso mediante el uso legítimo de la fuerza, la sociedad ha tenido que crear un ente capaz (o al menos que intente serlo) de corregir las desigualdades que inevitablemente se producen en su seno, y la sociedad ha tenido que crear un ente que procure crear las mejores condiciones para que cada uno de sus miembros pueda desarrollar al máximo sus capacidades.
¿Es, por tanto, obligación del Estado sufragar cualquier investigación científica? En mi opinión, no. Sí es su obligación formar a los ciudadanos que así lo deseen (y tengan capacidad para ello) para que puedan realizar este trabajo. También es su obligación crear los medios (legislación que proteja y fomente la investigación) para que pueda realizarse investigación científica con financiación privada en España (ya que hablamos de nuestro país), pero si el Estado se pone a jugar a mecenas el resultado puede ser tronchante. ¿Te imaginas a alguno de nuestros políticos -que, por lo general, carecen de una adecuada formación científica- tomando decisiones como qué investigación científica subvencionan y cuál no? ¿Sobre qué campos de investigación deben ser considerados prioritarios y cuáles no?... Si llegados a este punto te estás acordando del camarada Trofim Lysenko no eres el único que lo hace...
Dicho esto, no me parece mal que el Estado pueda entrar a financiar directamente investigaciones científicas en dos casos, investigaciones directamente relacionadas con campos de su competencia (sanidad, defensa...) o investigaciones cuya importancia sea evidente pero que por falta de aplicación tecnológica inmediata no resulten interesantes para la industria privada. No obstante, debemos recordar que los principales interesados en realizar I+D+I deberían ser los empresarios porque de ello depende el futuro (o su falta de él) de su empresa lo que es tanto como decir su nivel de vida.
No obstante puedes estar en total discrepancia con todo lo que he dicho hasta el momento. No importa en demasía. Vamos a analizar críticamente el contenido de la noticia:
"A juicio de varios de los participantes en la jornada «La ciencia española ante los recortes presupuestarios», celebrada hoy en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), la inversión en investigación y desarrollo es la «tabla de salvación» para España ante la crisis."
¿En que país comenzó esta crisis? ¿Te acuerdas de la
movida de las
hipotecas subprime? En efecto, fue en los EEUU, país que encabeza la
clasificación de naciones por gasto en I+D. Si esta crisis se inició en el país que más dinero invierte (con una gran diferencia sobre los siguientes) en I+D es obvio que su gestación y desarrollo nada tuvo que ver con el gasto en I+D. ¿Es creíble, por tanto, que nosotros vayamos a salir de ella por la inversión en I+D? Pues no. Entiendo que se pueda defender que el aumento del gasto en I+D+I es beneficioso para le economía, pero el crear falsas espectativas es contraproducente.
Vamos con esas cosillas que a los investigadores que defienden que
lo suyo no se toca se les ha olvidado comentar.
¿Todas las investigaciones científicas concluyen felizmente?
¿Todas las investigaciones científicas felizmente concluidas se convierten en tecnología?
¿Es imposible que cuando tú estés desarrollando una tecnología te encuentres que alguien, trabajando de forma independiente, se te ha adelantado?
¿Es imposible que tú concluyas el desarrollo de una tecnología y te encuentres que, al poco tiempo, alguien ha desarrollado una tecnología mejor?
¿Es seguro que la mejor tecnología sea la que tenga éxito económico?
La respuesta a cada una de estas cinco preguntas sólo puede ser NO. Si las juntamos todas podemos entender por qué el gasto en I+D+I está considerado como de alto riesgo lo que, por supuesto, contrasta con la consideración de panacea anticrisis que se nos intenta vender. Supongamos, no obstante, que no fuese así, que existiese la seguridad de que el dinero que inviertes en investigación va a producir una tecnología y que esa tecnología tiene el éxito comercial asegurado. Incluso en ese caso hipotético (y completamente deconectado de la realidad) ¿de cuánto tiempo estamos hablando? Ni de días, ni de meses sino de años. La investigación en I+D+I es una apuesta de futuro absolutamente necesaria, pero no es de ninguna forma una solución para el presente que es lo que tenemos jodido y bien jodido (espero que los investigadores científicos comprendan unos términos tan abstractos).
Supongamos, no obstante, que tampoco fuese así y que la inversión en I+D+I tuviera un efecto salvífico inmediato (y si se tercia incluso podemos aceptar pulpo como animal de compañía). Vale. ¿Tenemos claro el perfil de la gente que se queda en el paro cada vez que se produce una crisis económica en España? Por si no es el caso, aquí tienes una
primera aproximación al tema. Estudios primarios, ha trabajado en el sector servicios y busca empleo en ese mismo sector. No parece que coincida con el perfil de trabajador en una empresa orientada a las nuevas tecnologías ¿no?
"Amaya Moro, en nombre de la Plataforma de Investigación Digna, se mostró partidaria de seguir el ejemplo alemán, que en tiempos de crisis aumenta la inversión en investigación, en lugar de disminuirla."
Bueno, puesto a seguir el ejemplo de otros países también podría haberse mostrado partidaria de seguir el de Italia y dedicar a I+D el 1,1% del PIB o el de Rusia y dedicar a este concepto el 1% del PIB ¿no? Va a ser que no porque España está en el 1,3% del PIB prácticamente al mismo nivel de China (1,4%) o Australia (1,2%). Curioso ¿verdad? En efecto, la pretensión de equiparar gasto en I+D con la capacidad de sortear las crisis económicas tiene un
pequeño problema, que la realidad la niega. No es sólo que China sea un ejemplo claro de país que no sólo ha capeado la crisis sino que tiene la previsión de crecer un 9% este año pese a que su inversión en I+D sea
sólo un 0,1% más que el de España, es que, por ejemplo Japón (3,3% del PIB en inversión en I+D) no ha llegado todavía a superar por completo su crisis económica interna que se inició en los años 90 con el estallido de su burbuja inmobiliaria (¿de qué me sonará esto?).
Me parece comprensible que cada uno intente defender
lo suyo en caso de crisis económica, pero olvidarse de que también existen los demás y que cada uno de ellos tienen sus propios problemas (y en ocasiones tan graves como perder su casa, tener que cerrar su negocio, perder su empleo...) tiene un nombre, egoísmo.