viernes, 17 de febrero de 2012

No profanéis el sueño de los muertos

Quiero dejar sentado un principio. En política cualquiera puede defender las ideas que estime convenientes mientras no infrinja la ley. Esa defensa de partida, por supuesto, no significa que yo tenga que estar de acuerdo con ellas. Viene esto a cuento de las memeces que el Sr. Mas, presidente de la Generalitat catalana, asegura en una entrevista a Le Monde que ha sido extractada por el diario ABC.

Aclaro que cuando hablo de memeces no me refiero a sus aspiraciones independentistas que, la verdad, me traen sin cuidado. Por el principio antes mencionado, me parece perfecto que defienda las ideas que tenga a bien y, si consigue el respaldo suficiente, que las ponga en práctica. Si llega ese día, prometo brindar con champán porque lleven tanta paz como descanso dejan.

Todo eso tiene nada que ver con la reinvención del pasado que hace el Molt Honorable Senyor Artur Mas, President de la Generalitat de Catalunya que es lo que no dudo en calificar como memez entre otras cosas porque es un comportamiento infantil e inútil. En el caso de que fuera cierto que los catalanes hubieran pasado trescientos años sometidos por la fuerza a España ¿qué importancia tendría hoy en día? Ninguna, como no la tiene el que la Lliga Regionalista y el presidente de la Mancomunidad catalana, Sr. Puig i Cadafalch, conocieran y apoyaran el golpe de estado del dictador Primo de Rivera (y bien que pagaron su error porque su partido fue ilegalizado después del golpe) -véase al respecto La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Textos Jordi Cassasas Ymbert. Ed. Anthropos. Barcelona, 1983. Págs. 77 y ss.- o que Francesc Cambó i Batllé, líder histórico de la Lliga Regionalista, hiciera lo propio con el golpista y dictador Francisco Franco. Sencillamente, si lo que dice el Sr. Mas fuera cierto formaría parte de la Historia que como tal es muy conveniente conocer pero que no determina en modo alguno nuestro presente ni nuestras pretensiones de futuro. Sin embargo, como veremos a continuación no sólo no es cierto sino que hay que ser muy mentiroso o sumamente ignorante para sostener tal bulo.

"Porque pertenecemos al Estado español desde hace más de quinientos años, más de trescientos por la fuerza, tras haber perdido dos guerras." Dice el Sr. Mas. ¿A qué se refiere? Obviamente a la Guerra de Sucesión (1701-1715)  -que no de Secesión como parece creer el Sr. Mas- en la que se ventiló no la cuestión de si Cataluña formaba o no parte de España sino quién era el rey de España después de la muerte de Carlos II. Grosso modo, el antiguo reino de Aragón apoyó al archiduque Carlos mientras el antiguo reino de Castilla hacía lo propio con Felipe de Borbón que ya reinaba en Madrid como Felipe V y que fue el vencedor de la guerra instaurando así la dinastía borbónica en España que llega hasta nuestros días. Que los catalanes que combatieron a Felipe V no lo hacían contra España queda muy claro para cualquiera que se haya molestado en leer los documentos que dejaron, por citar sólo uno de ellos, el bando de los Tres Comunes del 11 de septiembre de 1714 llamando a la defensa de Barcelona (que capituló al día siguiente aunque la guerra en España no terminaría hasta julio de 1715 con la rendición de Palma de Mallorca cuando la guerra europea ya hacía dos años que se había dado por concluida) que, traducido al castellano dice lo siguiente:

"...todos como verdaderos hijos de la patria, amantes de la libertad, acudirán a los lugares señalados, para derramar gloriosamente su sangre y vida por su Rey, por su honor, por la patria y por la libertad de toda España..."

y en el original catalán (Los fueros de Cataluña. José Coroleu y José Pella y Forgas. Ed. Administración San Pablo. Barcelona, 1878. Pág. 689):

"...tots com verdaders fills de la patria, amants de la llibertat, acudirán als llochs senyalats, á fi de derramar gloriosament sa sanch y vida, per son Rey, per son honor, per la patria y per la llibertat de tota Espanya..."

¿Queda suficientemente claro que no se llamó a los barceloneses a morir luchando CONTRA España sino POR España? Visto esto ¿qué lectura en clave nacionalista catalana puede hacerse de la Guerra de Sucesión? Pues ninguna que no sea un puro disparate. Tanto es así que tendría que pasar más de un siglo (en la década de 1830 y más concretamente en 1833 cuando Bonaventura Carles Aribau i Farriols publicó en El Vapor Oda a la patria) para encontrar algo que se parezca al germen del nacionalismo catalán, la Renaixença. Lo que en principio (y para algunos no fue nunca más que eso) no era más que una reivindicación del idioma catalán y de algunas tradiciones propias no tardó en tener una deriva política por una idea tomada... del Romanticismo alemán, la identificación entre lengua y patria. No obstante, no fue hasta la segunda mitad del S XIX cuando aparecieron los primeros movimientos exigiendo la autonomía política catalana como reconocimiento a su diferencia.

Decíamos que la Renaixença fue influenciada por el Romanticismo alemán y como todo este movimiento cultural (da igual la nación de la que hablemos) se mostró especialmente proclive a reinventar la Historia (en especial -pero no sólo- la Edad Media), algo perfectamente lógico cuando una de sus intenciones era romper con el racionalismo del Siglo de las Luces mediante la exaltación de los sentimientos. De igual forma puesto que la Ilustración había adquirido un carácter cosmopolita, el Romanticismo apostó por los nacionalismos, por subrayar las diferencias frente al patrimonio común. Incluso se acuñó el término Volksgeist (el espíritu popular) para referirse a la supuesta existencia de unas características nacionales que permanecían invariables a lo largo de los siglos, que eran, por tanto ahistóricas y superiores incluso a los individuos que formaban la nación en cada momento. En el caso catalán de la Renaixença y sus epígonos políticos, la adopción de estas ideas creadas por Fichte (Discursos a la nación alemana) y Herder (Sobre el estilo y el arte alemán) se tradujeron en la reinvención de su pasado tanto en la época medieval (véase el poema Canigó de Jacint Verdaguer) como en los sucesos de 1714 (por ejemplo, algunos poemas del mismo autor en Pàtria). Puesto que veían la existencia de una cultura diferente (comenzando por la lengua catalana) que había pervivido en el tiempo, según la teoría del Volksgeist eso tenía que significar que Cataluña era una nación y que eso está por encima de la Historia e incluso de lo que piensen los catalanes. Claro que si es así ¿por qué ese empeño en reinventar la Historia convirtiendo la Guerra de Sucesión en un conflicto nacionalista o pretender que Aribau o Verdaguer eran escritores nacionalistas?

Vostre blau mantell és gran; abrigau tota l´Espanya,
lo regne de vostre amor, como un niuet sota l´ala.  

Supongo que algún día nos lo explicarán... o no porque como buenos herederos del Romanticismo no atienden a lo racional sino a lo sentimental.

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