sábado, 19 de noviembre de 2011

Cabalgando neutrinos

El Mundo tiene ganas de alegrarme el día (un S&W calibre 44 magnum, please) así que publica una entrevista con un personaje para mí entrañable, Juan José Benítez. ¿Qué dice el navarro? ¿Va a escribir un nuevo libro de poesía que haga compañía a A solas con la mar? Afortunadamente no. Sólo ha publicado una nueva entrega de Los Libros de Urantia digo de Caballo de Troya (error más tonto, por Jehová) que es la, la... ¿séptima? ¿la octava? pues no, la novena como la dedicada a San Apapucio, Virgen y Mártir.

Ya dijo Beethoven eso de que no hay novena mala y no pienso discutirlo con él porque no sé alemán, no hay forma de confrontar argumentos con alguien que está como una tapia y porque Beethoven está un tanto muerto lo que jode mucho cualquier intento de realizar una discusión civilizada. Tampoco me voy a poner a criticar el libro porque no voy a leerlo (francamente, la primera parte de La Potranca de Ilión Caballo de Troya me pareció una de las mayores m*.*s que haya visto en mi vida, así que no tengo ganas de repetir la experiencia), pero la entrevista sí merece echarla un vistazo (con los problemas que tenemos no es cuestión de desperdiciar la ocasión de reírnos un poco).

Comencemos por el titular:

"Jesús de Nazaret fue muy distinto a como nos lo han pintado"

En efecto, fue muy distinto a como no lo ha pintado Juan José Benítez. Por ejemplo, jamás se sentó en el Coliseo de Roma como aseguró el pamplonica en su serie de (in)documentales Planeta Errado Encantado. ¿Cómo lo sé? ¿He viajado en el tiempo para verificarlo? Pues no, perdí el neutrino de la 1 así que me tengo que conformar con la cronología comparada. El Coliseo se comenzó a construir en el año 70 o 72 y se terminó en el año 80 después de Cristo cuando éste estaba un tanto difunto.

"Las razones para levantar ampollas entiende, son dos de los argumentos de los libros, que defienden por una parte que Jesús de Nazaret no fundó “ninguna estructura eclesiástica” y ponen además en duda la virginidad de María. Pero el autor dice que él ante todo es “periodista” y que, como tal, siente que tiene la obligación de dar a conocer una información cuando ha contrastado que ésta es cierta."

Debo confesar mi absoluta perplejidad. ¿Cómo dice el pamplonica que contrastó que María no era virgen? Como no tengo ganas de meterme en camisas de once varas hablando del virgo de María, si alguien quiere profundizar en la manera que tiene el Sr. Benítez de contrastar su información le aconsejo que busque en la hemeroteca el ejemplar de Interviú del 3 de febrero de 1988 y vaya (pág 84 y ss) a una entrevista concedida por el Sr. Fernando Lara de la editorial Planeta (que publica la serie de los potros de marras) una entrevista que comienza (cita textual de lo dicho por el Sr. Lara): "Reconozco que J. J. Benítez se ha inspirado para escribir sus tres "Caballo de Troya" en el libro religioso "The Urantia Book", publicado por una fundación de Chicago, libro del cual ha transcrito literalmente varias páginas" 

"Porque en los libros, asegura, “no hay novela”, sino información que ha podido verificar."

En lo que respecta al primero, le doy toda la razón. No hay novela, hay un inmenso t*.*o indigno del honroso nombre de novela. Por desgracia para él le lleva la contraria un tal Juan José Benítez que escribió:

"El libro que el amigo lector tiene ahora mismo entre sus manos - Caballo de Troya - es, por tanto, un primer ensayo novelístico. Una novela, en suma, donde la ficción florece perfectamente enlazada con hechos, documentos e informaciones técnicas, médicas, históricas y científicas objetivas y comprobables."

Es "Una novela" pero "no hay novela" ¡La gallina!

"La novena y última entrega de 'Caballo de Troya' comienza con Jesús de Nazaret en el poblado beduino de Beit Ids, acompañado por el mayor Jasón, uno de los dos pilotos de la USAF (Fuerza Aérea Norteamericana) que han emprendido un viaje en el tiempo tras los pasos de Jesús de Nazaret."

En efecto, no hay novela. Todo eso es verdad de la buena. Los pilotos de la USAF viajan en el tiempo montados en sus fogosos neutrinos ¿no? Pues nada, a ver si dejan de perder el tiempo siguiendo a predicadores judíos autroproclamados Mesías y hacen algo útil como, por ejemplo, traer al presente un ejemplar completo de los Anales de Tácito, una escultura de Mirón o una pintura de Apeles. Si no quieren ir tan lejos, nos conformamos con el texto original de Cardenio de un tal Shakespeare. ¿Esperamos sentados como aguardamos la presentación de las pruebas de que los (p)UFOs son naves extraterrestres? Bueno, podemos entretener el tiempo leyendo El secreto de Urantia (Ni caballos ni troyanos) de Antonio Ribera y Jesús Beorlegui (Ediciones Obelisco).

"Concluida la serie de 'El caballo de Troya', el autor dice que continuará con sus investigaciones sobre los fenómenos OVNI. “Siempre he seguido”, asegura. Reconoce que el fenómeno ya no está tan en boca de todos como hace unos años porque “bastante tiene la gente ahora con la prima de riesgo”, pero advierte que es “una realidad muy importante” y de la que los ejércitos tienen mucha información. “Hay menos interés, pero hasta que llegue una nueva oleada”, destaca."

Pues esta vez es el pamplonica el que puede esperar sentado. Son ya mucho años esperando esas pruebas que siempre van a llegar y que nunca llegan para que sea creíble una revitalización de la Ufología.

 

1 comentario:

  1. Bienvenido de nuevo al mundillo de los blogs.

    Y no, que nadie revitalice la ufología, que está muy como está ahora: por un lado cuatro gatos coleccionistas y por el otro un montón de metralla y basura en Internet, exopolíticos y demás. Esos dos conjuntos, uno muy pequeño y otro muy grande, son claramente indentificables, lo que es una ventaja.

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