martes, 29 de noviembre de 2011

Las cosas claras...

El divorcio entre científicos y el común de la sociedad nos aboca a situaciones como la que prevemos, un recorte en la inversión en I+D, porque el mandamás de turno (¿o era el mandamás tuno?) sabe que ese tijeretazo no tiene coste político alguno. Otra cosa bien distinta es el coste futuro que tendrá cercenar hoy la investigación científica, pero ya se sabe que la visión de futuro de los políticos españoles es de cuatro años como máximo.

Como en todo divorcio, las culpas se reparten entre los componentes de la pareja. La sociedad no realiza el menor esfuerzo por conocer la realidad científica española ni apoya iniciativas que busquen el aprovechamiento de los descubrimientos tecnológicos. Por su parte, los científicos parece que se sienten remisos a bajar a la arena de las plazas y muchos son absolutamente incapaces de hacerse entender por un profano en la materia. Si unimos a estas razones para el desencuentro que el periodismo científico en España (que debiera ser el intermediario entre ambos) es, con frecuencia, una invitación al llanto tendremos una visión desoladora.

En este erial, sorprende lo que debiera ser norma, una científica, Mertxe de Renobales, que abandona su torre de marfil para aportar sus conocimientos a un debate de plena actualidad y que, además, habla claro. Otra cosa es que te guste o no lo que dice que si eres ecólatra preveo que va a ser que no. Se lo debemos a Luis Alfonso Gámez (felizmente recuperado de su portentoso descubrimiento de que existieron los personajes de dibujos animados) que publica esta entrevista en El Correo.    

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