miércoles, 16 de noviembre de 2011

La máxima del filósofo ubriqueño

Ya lo dijo el gran filósofo ubriqueño: "En dos palabras: impre cionante" Recordé esa sentencia al ver esto, la más completa antología de paridas pseudocientíficas que recuerdo haber leído desde hace muchos, muchos años.

Pese a lo llamativos que resultan estos casos, sin embargo estos productos milagro son, al menos denunciables aunque las sanciones (si las hay) sean ridículas si las comparamos con los beneficios que generan estos cachivaches. Por desgracia continúa impune la impostura que supone vender como medicamentos productos que nunca han demostrado eficacia terapéutica alguna. Me refiero, claro está, a los mal llamados medicamentos homeopáticos (sí, esto es un oxímoron de libro).

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